La presidente peruana firma la ley sobre juegos de azar: se triplica el precio de las licencias

Cambios en el punto de acceso al dominio

Perú está introduciendo un régimen de punto de consumo para las apuestas en línea, lo que significa que todas las empresas de apuestas en línea de este país sudamericano deben utilizar ahora un dominio peruano como (.bet.pe/ .bet/ .bet/ .com/ .pe/.com.pe). Con esta medida se pretende controlar y regular las actividades de juego en el país. Además, se ha fijado un impuesto del 12% de los ingresos, lo que representará una cantidad importante para las empresas que operan en este campo.

También hay nuevos requisitos de conocimiento del cliente (KYC), que obligan a los operadores de juegos de azar en línea a verificar la identidad, edad y nacionalidad de los usuarios que acceden a los servicios de juego.

A partir de ahora, los jugadores de Perú sólo podrán apostar en acontecimientos deportivos que formen parte de asociaciones, federaciones o ligas deportivas nacionales o internacionales. Este enfoque pretende garantizar una industria del juego más justa y transparente en el país.

La ley también reforma las normas de patrocinio al prescribir que sólo las empresas titulares de una licencia pueden patrocinar equipos o eventos. Con ello se pretende reforzar la transparencia y el control en este ámbito.

Sobre la situación actual del mercado del juego en Perú

Ante la futura aprobación de la nueva normativa sobre juegos de azar, los operadores del mercado analizan activamente las oportunidades que se les presentan.

El mercado del juego en Perú ya cuenta con varias marcas extranjeras, entre las que cabe mencionar Inkabet, propiedad de Betsson, que está reforzando activamente su posición en el mercado local. Un estudio de TGM Research realizado en 2022 señala que Inkabet fue reconocida como la marca con mayor notoriedad entre los usuarios peruanos. Esto indica la influencia significativa de la marca en el mercado de los juegos de azar del país.

Ahora, con la nueva legislación en vigor, surgen una serie de preguntas:

• ¿Qué cambios tendrán que introducir las empresas en su estrategia en función de los nuevos requisitos?
• ¿Cuáles serán las implicaciones para las marcas establecidas, como Inkabet, y cómo se adaptarán a las nuevas normas?
• ¿Qué oportunidades se abrirán para los nuevos operadores dadas las nuevas condiciones del mercado?